miércoles, 24 de noviembre de 2010

QUE NO SE APAGUE LA VOZ DEL DEL SAHARA


Traducción cortesia de RMS

"El domingo 24 de octubre, al atardecer, Nayem El Gareh, un joven saharaui, encontró la muerte por los disparos del ejército marroquí. Trataba de llegar con sus allegados a un campamento instalado a 15 KM al este de El Aaiun, la capital del Sahara Occidental. Aun considerado como un país por descolonizar por las Naciones Unidas, el Sahara Occidental está ocupado por Marruecos desde la retirada de España en 1975. Esa concentración que empezó el 10 de octubre pasado sucede a una movilización sin precedentes del pueblo saharaui. Esa vuelta al desierto es un símbolo de protesta pacífica.
Los saharauis piden que se respeten sus derechos: derecho a tener condiciones sociales y económicas decentes, derecho al trabajo, derecho a la expresión de su identidad cultural, derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui sobre su territorio ocupado. En unos pocos días otros miles de familias han acudido al campamento, que cuenta con unas 20.000 personas distribuidas en más de 8.000 tiendas. La situación humanitaria es urgente.
Las fuerzas armadas marroquíes, en efecto, han sitiado por completo el campamento, abriendo una trinchera y formando un parapeto de piedra y arena alrededor de este, dejando un solo acceso controlado. El vehículo que transporta a Nayem y a sus allegados se dirige hacia el campamento, pero se ve impedido el acceso a él. Intenta entonces entrar por una de las trincheras provocando una respuesta armada de los militares. Acaba con la muerte del joven Nayem y con cinco heridos graves. Serian transportados al hospital militar de El Aaiun, que sería puesto bajo vigilancia, como el conjunto de la ciudad. También impidieron los militares marroquíes la entrada al campamento a los representantes de la misión de Naciones Unidas para la organización de un referéndum en el Sahara Occidental. Ninguna prensa internacional está presente para revelar el acontecimiento. Las únicas emisiones de información son difícilmente realizadas por voluntarios internacionales y saharauis presentes allí. En efecto, las antenas de la red telefónica han sido interferidas y la transmisión de las informaciones se hace con la mayor discreción. Las familias se han autoorganizado para administrar la vida en el campamento: recogida de basuras, distribución de víveres y seguridad. Subsisten gracias a la solidaridad de los habitantes que se han quedado en El Aaiun, quienes aseguran el abastecimiento mínimo de agua, alimentos y gas. Los disparos de este domingo constituyen un primer desbordamiento por parte de las fuerzas armadas marroquíes desde el alto el fuego pactado en 1991. Un llamado es lanzado a la comunidad internacional, a la ONU y a su alta comisión para los refugiados para que se socorra a la población, entre la que existen mujeres embarazadas, ancianos, niños pequeños, que teme a cada instante un bloqueo de los víveres o una represión de las fuerzas del orden que rodean el campamento.
Este éxodo histórico del pueblo saharaui es un grito de socorro."

Después de un mes El Aaiun sigue bajo el terror imperado por el ejército marroquí, siguen los secuestros selectivos, continúa la represión, continua el encarcelamiento de personas por ser saharauis, continúan las desapariciones, continua imperando el terror del gobierno marroquí sobre la población saharaui, bajo el amparo del gobierno español y la pasividad de los organismos internacionales.
El Sahara Occidental empieza a diluirse en los informativos y primeras páginas de los periódicos, rebajando la intensidad del problema en la opinión general.
NO PODEMOS PERMITIR QUE EL SAHARA VUELVA AL OLVIDO SI SOLUCIÓN.


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