Nos ha dejado el escritor, periodista, maestro de las letras y camarada José Saramago. Aunque el tiempo nos haya privado de seguir disfrutando en el futuro de su fluida elocuencia, la inteligencia y sabiduría de sus palabras quedaran siempre en toda su obra. Persona comprometida e incansable, participo en la “Revolución de los claveles” que llevo la democracia a su siempre querida Portugal y no hace mucho le vimos apoyando a la activista saharaui Aminetu Haidar, siempre estuvo ahí.
Un “comunista hormonal”, como el mismo se definió, peleando contra lo que sabia es un mundo injusto, usando la pluma, herramienta que manejaba con gran destreza, para hacer su aportación a la lucha, inherente en todos los comunista, de cambiar una realidad a medida de unos pocos, por un mundo más justo e igualitario para la gran mayoría.
Sus palabras han estado siempre ligadas a esa realidad que nos cocea día a día y en la que sabia situarnos con frases tan sencillas como “El poder real es económico, entonces no tiene sentido hablar de democracia.” y al mismo tiempo dibujarnos en la misma uno de los objetivos para conseguir ese mundo justo e igualitario para todos.
Creo que cualquier comunista nos sentimos identificados en frases tan llenas de sentido y de aliento; “Nosotros tenemos razón, la razón que asiste a quien propone que se construya un mundo mejor antes de que sea demasiado tarde…” (Izquierda de José Saramago recogido de La Mancha Roja). Razón y convicción para seguir proponiendo nuestras alternativas, que estoy seguro también eran las del camarada Saramago, para seguir movilizándonos ante las injusticias, en las que estoy seguro nos acompañaría sin reservas el camarada Saramago y para lograr esa justicia social que anhelamos todos al igual que el camarada Saramago.
Me quiero quedar, como el camarada Cayo Lara, con “…su inmenso legado, y la consigna que me lleve de su casa: resistir...”(Publico.es 18/06/2010).
SALUD, CAMARADA SARAMAGO
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